Por Luis Sunderland Méndez
X@LouSunderland
31 de octubre de 2025
La presidente Sheinbaum ignoró por completo a los miles de la sociedad civil que se vieron afectados por los terribles bloqueos que impusieron los agricultores que cultivan maíz blanco. En más de 30 sitios de diferentes autopistas nacionales, los agricultores simplemente cerraron el paso y miles de personas, familias enteras, niños, gente de la tercera y cuarta edad, transportes de todo tipo de carga, tuvieron que permanecer cautivos por más de 35 horas sin agua ni alimentos, ocasionando como es lógico, innumerables trastornos para todos.
La indolencia e ineptitud del gobierno federal y de los de cada estado, han evidenciado su inutilidad para no solo llegar a un arreglo con los manifestantes, sino para ayudar a la gente que se vio atrapada de pronto en medio de una fila interminable de vehículos, sin poder hacer nada por regresar a su lugar de origen o salir de alguna forma del atolladero.
El incomprensible dicho de que “Nosotros no reprimimos a nadie”, ocasiona que cualquier grupo que muestre inconformidad por las resoluciones que este desgobierno toma, ocasiona que se hagan grandes disturbios sin importar los derechos de los demás, que no tienen nada que ver con los manifestantes.
La presidente acostumbra a ponerse en modo careta y nos deleita con alguno de sus otros dichos: “No tengo comentarios” o “Mañana les digo”, ella solo sabe hablar en contra de los que estamos inconformes con su “segundo piso de la destrucción”, de sus omisiones, de su descaro, de su ineptitud y contubernio con la corrupción.
Es comprensible que los agricultores ya estén hartos de las mentiras y el desinterés por parte de los dos gobiernos de Morena, y que tomen este tipo de medidas que, como dicen ellos, buscan la solidaridad de la población civil y hacen presión al gobierno. ¿Pero alguien que se queda varado en una carretera sin agua ni comida ni sanitario, puede comprender a los agricultores y le decirle al gobierno que los atienda? El punto importante es que Sheinbaum volvió a mostrar su completa desconexión con sus gobernados y lo más solidario que dijo en solo 33 segundos que le dedicó al tema, en su matutina arenga partidista, fue: “Sí, hubo gente afectada”.
A Sheinbaum solo se le escucha esas tonterías de que la soberanía de México tiene que ser respetada, aunque ahora la soberanía alimentaria agoniza, importamos el 80% del maíz blanco para nuestras tortillas, sí, esas que comemos todos los días y no son de maíz mexicano.
El tiradero que hicieron las lluvias en Poza Rica y en otras ciudades del país en diferentes estados, es solo un reflejo en lo que se ha convertido México. Se siente miedo circular por casi cualquier calle de cualquier pueblo o ciudad; se siente la inseguridad todo el tiempo y en muchas partes los lugareños advierten no permanecer en la calle al oscurecer, porque se corre mucho peligro. Pero no tiene que ser de noche para que por el celular o el reloj pueda uno ser asaltado y hasta perder la vida.
Vayamos dimensionando lo que podría pasar en cualquiera de las tres principales ciudades sedes del mundial de futbol si los maestros de la CNTE cumplen sus amenazas de boicotear el próximo evento pambolero, no olvidemos a los radicales encapuchados de Morena, que cierran las puertas de la UNAM cuando quieren y vandalizan comercios que se ven obligados a cerrar sus puertas, las cuales tiran para prenderles fuego, destruir el mobiliario urbano e intentar matar a policías desarmados, enviándolos al hospital inconscientes.
En las evaluaciones de World Justice Project, México está en el lugar 121 de 150 en respeto al Estado de Derecho, solo Pakistán, Venezuela y Cuba están peor; ocupamos la posición 134 de 143 en país con más corrupción, y el sitio 135 de 143 en el rubro de Justicia Penal, pero Sheinbaum, debilitada y desprestigiada, insiste: vamos bien y estaremos mejor y que tenemos más democracia hoy que en el sexenio de Zedillo.
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