El poder no es sabiduría

Saúl Lara Espinoza

 

La Cultura Impar buscó mucho para desarrollar estas líneas, que solo llevan el sentido de orientar respecto de lo que –en un supuesto no difícil- se gesta en algunos países latinoamericanos en esta primera parte de los años 2020s y a decir de muchos analistas, México no está a salvo de ello.

Y que valga la aclaración, copiada del diccionario (cualquiera que sea), respecto de lo que significa un supuesto:

Un supuesto es algo que es tenido por certero, aun cuando no haya sido probado. Son las premisas en las que se basan los razonamientos lógicos. Cuando el supuesto reviste la característica de evidente y no requiere ser demostrado se convierte en un axioma.

Es decir, lo que se ve ahora en nuestra región es la tendencia que intenta que todos los sectores de la población deban apoyar esa conquista libertaria del hombre, su mente, su corazón dentro de un gobierno bueno, triunfador y querido por todos.

El portal la diaria, plataforma uruguaya independiente que por casi 20 años ha defendido el pensamiento de libertad que tanto afecta a los dictadores, en 2021 publicó un amplio análisis de lo que hacen los gobiernos represores respecto de quienes se desenvuelven dentro de la cultura, aquellos que saben defender las ideas. La estrategia es callarlos, aunque antes fueran los mejores defensores de los gobiernos libertarios.

La explicación normal de los objetivos de casi toda dictadura, se basa en que el proyecto de disciplinar y reorganizar a una sociedad no se limita a la persecución, la represión y/o la desaparición de cuerpos sino que, como necesaria contracara de un Estado terrorista, produce la censura y la persecución de escritores, artistas, poetas, educadores, periodistas, intelectuales. Es decir, el accionar represivo abarca también la desaparición de bienes culturales y simbólicos.

Pero en este movimiento actual latinoamericano podríamos ver una apropiación de la “cultura” por parte de las izquierdas, que niegan la posibilidad de que exista una cultura de las derechas y que invisibiliza el proyecto cultural del gobierno de facto. Pero esa cultura y ese proyecto dejan historia difícil de borrar.

Luego entonces, el contrapeso hace evidente que entre más diversos seamos, más y mejor cultura tendremos.

Para concluir en algo, el académico y Doctor en Derecho, Saúl Lara Espinoza escribió hace unos días algo de la actualidad mexicana: Este país, “donde el pueblo no ha alcanzado un buen nivel de ciudadanía, resulta una realidad muy propicia para la demagogia. Si esta va acompañada de dádivas, como sucede con el gobierno de la 4T, en la que se explota la miseria que, junto a la ignorancia de un país desinformado, es muy favorable para la degeneración de un sistema político democrático como el de México”.

Lo que la Cultura Impar busca a toda costa, es defender el derecho de pensar, de decir (no siempre de hacer) pero sí de criticar todo aquello que socialmente afecte a una nación (entendida como República) o a varias, bajo el pobre argumento del cambio que todos necesitan.

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