José Manuel Rueda Smithers

Pese a los errores, ningún libro se debe tirar a la basura, pues los maestros

podrán usar lo que puedan de ellos.

Alma Maldonado investigadora en Educación del Cinvestav

Es muy evidente que el problema de la mala educación en México lleva lustros. Con subidas y bajadas que siempre van de la mano con la política del momento.

Es obligado hacer crecer el nivel educativo mexicano si queremos recuperar algo de lo que la historia nos ha marcado por siglos.

El tema del momento son los libros de texto gratuitos, cuya distribución ya está en marcha y no hay cómo detenerla. La Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (CONALITEG), año con año se encarga de entregarlos a las autoridades educativas, para que los alumnos cuenten con una herramienta básica, que (al menos es la idea), permita tener un mejor desarrollo académico.

Cada vez son más las voces –de expertos y gente común- que cuestionan, con los pelos en la mano, la muy pobre calidad de los contenidos y una línea política que no aporta nada bueno, aunque funcionarios de aquí y de allá la defiendan religiosamente, tan solo por ser de la 4t.

Desde su púlpito mañanero el sr. López da por sentado que el debate por los contenidos de los libros es una pelea perdida para los adversarios ya que su distribución y entrega en todos los planteles del país está garantizada.

“Dicen que los libros de texto traen el credo de la 4T; está muy bien no mentir, no robar y no traicionar, dijo mostrando esa risa tan de burla y poco respeto que acostumbra hacia los demás… no es cierto que traen eso. Le digo a la gente que no se preocupe, que los libros están muy bien hechos, participaron maestros, pedagogos, y se darán a conocer los lineamientos, no hay nada que temer…” intentó explicar en una de sus interminables pausas que cada vez le roban más credibilidad.

Criticó al dirigente del PAN Marcos Cortés, luego de que pidiera que arranquen las hojas a los textos oficiales: “es mucho el atraso…no se habla del comunismo, son exageraciones, y hay un libro para maestros que habla de los movimientos sociales en México que antes se ocultaban y solo es para los maestros…” dijo López.

La realidad es mucho más seria que los pobres datos que este personaje intenta defender. Quitaron los libros de matemáticas, ciencias naturales, escritura y lengua, con el pobre argumento de que no aportan nada al desarrollo mental de niños y jóvenes.

Leticia Ramírez Anaya –al parecer es la secretaria de Educación- y el ultra porro Marx Arriaga, ahora director general de Materiales Educativos en el gobierno federal, defienden hasta con las uñas el proyecto de “la nueva escuela mexicana”, se dicen “felices porque las niñas, niños y adolescentes van a aprender desde una perspectiva humanista, científica, de igualdad de género, justicia social e inclusión”. Aseguran que los padres de familia pueden estar seguros de que la Cuarta Transformación impulsa la educación.

La verdad es que ya se reparten por todo el país libros de texto gratuitos que incluyen la ideología de Morena, para ser aprendida por los más de 24 millones de niños que cursan la educación básica.

La opinión de los expertos es que los materiales quedan muy cortos. Además de su contenido sesgado, los libros de texto del próximo ciclo escolar son poco atractivos para los alumnos, y se pierde la visión de formar a estudiantes críticos, propositivos y analíticos.

Ya luego hablaremos de las nuevas tecnologías que incluyen pero que no sirven.

La polémica seguirá mientras la incultura oficial se quiera imponer.

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