Por Daniel Lee

Cada vez más la iniciativa privada participa y hace su parte, consciente de los desafíos ambientales, y para ello van asumiendo un papel más protagónico con la promoción de prácticas sustentables que, a la postre coadyuvan también ante el cambio climático.

Aidana Velázquez, Gerente de Relaciones Institucionales de Enlight, y pieza importante en el sector Ambiente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) ha puesto el acento en la importancia de estos esfuerzos que en conjunto, van consolidando un desarrollo económico sustentable, y en ese sentido la sustentabilidad se entiende como este equilibrio entre lo económico, lo social y lo ambiental encaminado a que se convierta en un general y de largo aliento.

Se tiene actuar, sin duda, bajo una visión ambientalista, en busca de sembrar una cultura de responsabilidad social, orientada en asegurar una mejor calidad de vida, ética empresarial, una sana vinculación con la comunidad, siempre cuidando el medio ambiente.

Por tanto, es fundamental la gestión integral de residuos con un modelo de economía circular, pero sobre todo fomentar también una visión innovadora en la implementación efectiva de los objetivos de desarrollo sustentable.

Hoy día ya existen iniciativas que están marcando la pauta en la adopción de prácticas eco amigables:

  1. Adopción de energía renovable:Una de las formas más efectivas de reducir la huella de carbono es cambiar a fuentes de energía renovable. Empresas de diversos sectores están invirtiendo en tecnologías solares y eólicas para disminuir su dependencia de combustibles fósiles y contribuir a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
  2. Eficiencia energética:La implementación de prácticas y tecnologías de eficiencia energética es esencial. Desde iluminación LED hasta sistemas de climatización eficientes y la automatización de procesos, estas medidas no solo reducen los costos operativos, sino que también minimizan el impacto ambiental.
  3. Gestión responsable de residuos:Reducir, reutilizar y reciclar son los pilares de una gestión de residuos sostenible. Empresas comprometidas promueven estas prácticas en su cadena de suministro y en las operaciones diarias para minimizar la cantidad de residuos enviados a vertederos y reducir la contaminación ambiental.
  4. Producción y diseño sostenible:La innovación en la producción y el diseño de productos con menor impacto ambiental es esencial. Esto incluye el uso de materiales reciclados o biodegradables, así como el desarrollo de productos duraderos y reparables que reduzcan la generación de desechos.
  5. Transporte y logística ecoeficientes:Optimizar las rutas de transporte, adoptar flotas de vehículos eficientes y utilizar modalidades de transporte más limpias son estrategias efectivas para reducir las emisiones de CO2 relacionadas con la distribución de productos.
  6. Compensación de carbono:Algunas empresas van más allá y compensan sus emisiones de carbono mediante la inversión en proyectos de reforestación, energía renovable y otras iniciativas que contribuyen a la neutralidad climática.
  7. Transparencia y divulgación:La transparencia es clave en la sustentabilidad corporativa. Las empresas que divulgan sus prácticas y metas en este ámbito permiten a consumidores y comunidades evaluar su desempeño ambiental y presionar por mejoras.

Estas iniciativas no sólo benefician al medioambiente, sino que también pueden generar ahorros operativos, mejorar la reputación de la empresa y atraer a consumidores y empleados comprometidos con la sustentabilidad.

Por estos motivos es importante que las empresas elijan aquellas iniciativas que se alineen mejor con su industria, recursos y objetivos a largo plazo.

La adopción de estas prácticas, muestra que las empresas pueden ser líderes en la protección del medioambiente y desempeñar un papel esencial en la construcción de un futuro más verde y sostenible para todos.

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