Arturo Ríos Ruiz

CDMX, a 7 de sep, 2023.- Una anécdota muy difundida sobre Pedro de Alvarado: cuenta que huyó en la Noche Triste tras colocar su lanza en un canal de Tenochtitlan, el cual brincó de forma similar al salto de garrocha actual. El conquistador español más conocido en México, después de Hernán Cortés. Su nombre remite a la llamada Noche Triste en 1520, en la que los mexicas por poco destruyen al ejército español en Tenochtitlan, debido a la matanza ordenada por Alvarado, con el pretexto que preparaban una emboscada a los suyos. Nació por 1485 en Badajoz, se aventuró al continente americano. En 1518 estuvo en la expedición de Juan de Grijalva sobre las costas de Yucatán y Tabasco. Luego, en busca de fama y riqueza, solicitó unirse a Cortés cuando se enteró de que este comandaría otra incursión. En ella, Alvarado demostró gran valor y su desmedida ambición, saqueó templos, con crueldad hacia los naturales. Pese de estar descontento con sus actos, Hernán no lo castigó ni expulsó. Reconocía sus virtudes de guerrero, demostradas en las batallas hasta consumar la Conquista. Alvarado se dirigió a Guatemala. Su campaña fue un éxito y dos años después el rey lo nombró gobernador y capitán general de la región; partió a Quito para expandir sus conquistas. Regreso a Nueva España, para explorar el Océano Pacífico; el virrey Antonio de Mendoza lo envió al Mixtón, Jalisco. Sufrió un accidente mortal con su cabalgadura; iba a galope, la bestia, tropezó y en la caída lo aplastó, el daño fue mortal. Falleció el 4 de julio de 1541, no sin antes pronunciar sus últimas disposiciones terrenales. La nota breve «Pedro de Alvarado» del autor Gerardo Díaz se publicó en Relatos e Historias en México.

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