Ricardo Burgos Orozco

La semana pasada salí de uno de los vagones en la estación Mixcoac. Venía de Barranca del Muerto. Delante de mí subía pesadamente las escaleras fijas un hombre con muletas, a quien le faltaba la pierna derecha. Las escaleras eléctricas no estaban funcionando y la persona subió con dificultad uno a uno los peldaños hacia la salida. He visto a varias personas de la tercera edad subir y bajar escaleras fijas con mucha dificultad, sobre todo en la Línea 7, que va de Barranca del Muerto a El Rosario, la más profunda de las 12 líneas que integran el Sistema de Transporte Colectivo Metro. El jueves pasado vi a una persona mayor, que, con buen humor y respirando pesadamente, iba contando cada uno de los peldaños que subía, en la estación Tacubaya. Otros viajeros suben y bajan como pueden, algunos con bastones o sudando muy fuerte.
En varias de las estaciones de esa ruta no funcionan las escaleras eléctricas y los usuarios de todas edades debemos subir y bajar por las escaleras fijas. Y no solamente eso, sino que hay algunos torniquetes de ingreso que no funciona, para colmo de males. El personal encargado del mantenimiento cubre esas áreas con tablones, no sé si para trabajar en su compostura o para impedir que los viajeros las usen o las vean deterioradas. Pienso que cuando las escaleras eléctricas están descompuestas, significa la falta de mantenimiento en las estaciones y por eso creo que cuando viajamos en cualquier línea del Metro todos los viajeros estamos corriendo muchos riesgos porque no sólo son los accesos, sino las vías energizadas y los trenes. La buena noticia es que el Metro informó hace unos días que durante este año van a instalar 18 nuevos equipos para sustituir las escaleras que estén obsoletas y que tienen fuera de servicio por lo cual, reconoce la autoridad, dificulta la movilidad de miles de personas dentro de las instalaciones. La inversión va a ser de 151 millones de pesos, pero lo malo es que no van a alcanzar para todas las líneas. Sólo se colocarán en las líneas 3 – de Universidad a Indios Verdes –, 7 – Barranca del Muerto a el Rosario –, y la 9 – de Pantitlán a Tacubaya –. Según el Metro, hay 467 escaleras eléctricas, pero muchas de ellas siguen sin funcionar; esperemos que se note una diferencia con esas 18 nuevas que se anuncian. Mientras tanto, los viajeros seguimos esperando que cuando menos arreglen las que ya están.

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