Mañoño

Voltean y sus miradas se cruzan.

Rápido, uno de ellos atraviesa la acera y lo abraza efusivo.

-Cuánto ha pasado desde la última vez -le recuerda amablemente.

– ¡Hola! ¿cómo estás? -le contesta extrañado.

-Creo me confundes, pero no importa.

Un abrazo siempre cae muy bien.

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