Mañoño

Se sentía única, soñada.
Y que además podría cambiar el mundo.
Decía modificarlo todo cuando así lo deseara.
«No, no sueño, no presumo; en verdad lo puedo hacer…».
Tomaba el control de la televisión y lo lograba.

Facebook Comments

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: