Removiendo escombros: Los números, su peor enemigo

“Con una mentira suele irse muy lejos,
pero sin esperanza de volver”
Refrán judío

El porcentaje de mexicanos que ve la inseguridad como el principal problema del país se ha duplicado en los últimos tres años al pasar de 33 a 67 por ciento, según lo muestra una encuesta del diario Reforma. Cómo podía ser de otra forma si en tan sólo 5 años de la actual administración ya van 156 mil 204 víctimas, 53 mil 610 más que en todo el periodo de Peña Nieto y 80 mil 686 por encima del sexenio de Calderón, su némesis.

Y con personas desaparecidas los números muestran igual tendencia, según cifras oficiales desde el inicio de la administración hasta el pasado 23 de agosto, han desaparecido 57 mil 138 personas, lo que representa 51.5 por ciento de las 110 mil 995 víctimas reconocidas en el país desde que inició este registro. A un año de concluir esta administración superan en cerca de 10 mil personas a la registradas durante el sexenio de Peña Nieto y casi duplican a las ocurridas en el mandato panista de Felipe Calderón.

Si bien el fracaso es en prácticamente todos los rubros, salud, educación, etcétera, por citar algunos, esta administración ha quedado mucho a deber a quienes gobierna, no obstante, en seguridad las cifras alcanzan niveles más que alarmantes. El mayor récord en desapariciones se alcanzó entre 2022 y 2023, si tomamos en cuenta que el 16 de mayo del año pasado se rebasaron las 100 mil personas desaparecidas y en los siguientes 365 días se sumaron otras 10 mil 64, ello significa que son 27 desapariciones por día en el último año, más de una cada hora y miles que nadie encuentra.

Ante esta situación, sobre todo cuando implica que los números los están avasallando, esta administración optó por lo más fácil, mejorar las cifras y así buscar hacer lo que sí saben hacer: echar la responsabilidad a otros, los del pasado por supuesto y rasurar las cifras oficiales haciendo un nuevo censo con gente que carece de preparación para ello, pero que eso sí: sabe obedecer a su amo, estos son los “servidores de la nación” personal adscrito a la Secretaría del Bienestar.

Conviene hacer un paréntesis para hacer un reconocimiento a la extitular del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, Karla Quintana, quien no se achicó ante las presiones ejercidas para modificar las cifras porque el presidente considera que éstas están “infladas” y no le convienen, así que prefirió y optó por la renuncia que le pidió Alejandro Encinas, en lugar de la ignominia de aceptar semejante proceder.

López Obrador sigue pensando que una vez más se saldrá con la suya con esta estrategia, que su estratagema de embaucar con el efecto de la “ilusión de la verdad”, aquel que en 1977 fuera un experimento hecho a un grupo de voluntarios donde se les presentaron 60 enunciados, pidiéndoles respondieran si eran ciertos o falsos y que después de un ejercicio de repetición constante por 15 días, el resultado fue que las personas veían como verdaderos los enunciados que al inicio eran a todas luces falsos.