Alejandro Evaristo

La señora de blanco es también una voz. A veces habla solo con movimientos y desprende paz y guerra. La responsabilidad de darle función recae en quien le escucha porque es una convencida del enorme regalo otorgado a los seres humanos. Así es. La libertad de elegir es un gran obsequio y por ello se debe contar con una serie de capacidades para determinar, entre una y otra posibilidad, cuál es mejor o, en el peor de los casos, la menos grave. La mayoría de las ocasiones llega poco antes del amanecer para ofrecer un breve vistazo a las situaciones en la balanza, luego la aleja para preguntar sobre el estar, el sentir, el ser, y termina siempre acariciando con su luz alguna de las mejillas. He preguntado su nombre en varias ocasiones y ella no responde, solo sonríe y se mueve alrededor a manera de despedida porque seguramente alguien más debe requerir guía y acompañamiento. Se va y despierto buscando alguna evidencia de lo sucedido. Un rayo de sol atraviesa el cristal para burlarse de mis conflictos y entibiar los ánimos.
Entonces, en el informativo matutino, se escucha la voz de la presentadora despidiendo el programa y recordando que en julio próximo se cumplen 50 años de la creación de una de las piezas más bellas de la historia del rock. Un joven de 17 años, Steven Victor Tallarico Blancha, mejor conocido como Steven Tyler, escribió Dream On y Aerosmith la lanzó en su primer producción allá por 1973. Gracias. *** En verano de 1983 todo estaba listo para la nueva aventura. Los amigos dejaron de serlo y las batallas empezaron a surgir a diestra y siniestra. Las únicas armas a su alcance eran unos viejos libros sobre historias fantásticas relacionadas con vampiros, hombres lobo, nahuales y todo tipo de entidades demoniacas ávidas de dolor y sangre humanas. Cada noche todas las noches, unos y otros se deshacían de disfraces mundanos y abrazaban la esencia del mal porque, vamos, eso es lo que supuestamente están obligados a hacer. También había otras lecturas y otras historias y otras locuras. Se empezaron a manifestar algunos sonidos y tonalidades. Aparecieron las primeras marcas en la espalda y esa extraña sensación presente desde entonces alrededor de un objetivo. Desde el cielo que no lo es, ocupantes de invisibles e incontables máquinas voladoras iban y venían de sueños a realidades e historias de secuestros y abducciones y animales mutilados. Poco vistas, poco creíbles, poco al alcance y siempre ahí. La imaginación juega un papel importante, en especial cuando caes de un precipicio y lo único a lo que asirte es la convicción del inexistente tiempo y la capacidad de manipularle a conveniencia para crear una vida en un inflexible de casi 150 metros hacia roca y muerte. A veces quiere regresar y terminar de una vez con ello, pero después de tanto desea saber qué pasará con la vida creada tras sus ojos cerrados…
*** La señora de blanco ha llorado esta noche. Habló de imposibles y de la necesidad de volver porque todo, absolutamente todo, tiene un principio y un fin. Aún si se trata de transformar, convertir y/o mutar, nada es estático y nada permanece y ya debería entenderlo pero no quiero. Recordó encuentros y esperas. También sabores a vainilla y aromas deliciosos de perfumes en la boca de los otros que no soy. Insiste y no quiero, entonces se despide. Quizá sea la última vez para ambos. Avanza con la luz y acá todas las heridas empiezan a abrirse. Ya no está y por un momento dudo, despierto o dormido quizá tenga razón y sea tiempo de volver pero… El vacío y su viento y la fuerza y la velocidad esperan el desenlace de esos casi 16 años. El abismo está próximo a dejar de serlo y a pesar de ser producto de esta imaginación malsana vuelves y tomo una decisión… de alguna forma volveré a tus labios

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