Psicólogo Luis Jaime Sunderland López

psic.luissunderland@gmail.com

Esto ocurre cuando las preocupaciones y malestares psicológicos repercuten en el bienestar físico obteniendo síntomas físicos que dañan nuestra funcionalidad, no hay una causa médica que explique estos síntomas y esto ocurre de forma recurrente. Pero, estos casos suelen ser situacionales y temporales, por lo tanto, no van asociados a un diagnóstico, suele ocurrir que cuando una persona que somatiza acude al médico para conocer la causa de su malestar, el médico rara vez encuentra una explicación física para los síntomas de la persona.

Muchas personas que tienen trastorno de síntomas somáticos y trastornos relacionados también suelen tener un trastorno de ansiedad, ya que, son dos trastornos que con frecuencia aparecen de la mano. En el diagnóstico de este trastorno es de vital importancia que los médicos realicen las pruebas necesarias para descartar posibles causas físicas antes de diagnosticar el trastorno de síntomas somáticos.

¿Qué causa la somatización?

La verdad es que no conocemos las causas exactas de por qué somatizamos. No obstante, sabemos que los siguientes factores influyen en la somatización:

Biología: una persona puede tener una mayor sensibilidad a ciertas sensaciones, como dolor o náuseas. En este caso, es más probable que atribuyan estas sensaciones a una enfermedad. Una persona también puede malinterpretar los síntomas psicológicos (como cuando sudamos porque estamos nerviosos) con una causa física.

Trauma: Las investigaciones muestran que los supervivientes de un trauma son particularmente susceptibles a la somatización.

El inconsciente: algunos autores postulan que la somatización puede ser un mecanismo de defensa que nos protege de emociones intensas y dolorosas que no podemos procesar de forma consciente. Entonces, esa angustia puede encontrar una salida a través del cuerpo, convirtiéndose en un síntoma físico.

Actitudes del entorno respecto a las emociones: algunas culturas, familias y entornos tienden a estigmatizar la expresión de las emociones. Es decir, está mal visto expresar abiertamente las emociones. Esto puede hacer que para la persona sea más fácil expresar síntomas físicos que problemas psicológicos. Es decir, la mente y el cuerpo de una persona pueden aprender a somatizar la angustia para obtener ayuda.

Dificultades para procesar las emociones: hay personas que tienen más dificultades para expresar sus emociones, lo que hace que los síntomas físicos se conviertan en el centro de atención en lugar de los problemas emocionales.

Independientemente de por qué ocurre la somatización, los síntomas son reales y causan angustia.

Para empezar a solucionar estas situaciones de somatización podremos trabajar con un psicólogo que ayude a la persona a procesar las emociones de una manera sana y/o a aliviar y manejar sus preocupaciones.

 

Psicólogo Luis Jaime Sunderland López   psic.luissunderland@gmail.com

 

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