José Manuel Rueda Smithers

Que viajen los hombres de toda la tierra a través del Istmo de las maravillas,

y vean los tesoros que el canal encierra, sus aguas silentes, sus verdes orillas…

Poema Desde el Canal de Panamá, de José Oller Navarro

El Tren Interoceánico, o como se le conoce ahora como el Transístmico, se espera que cubra una distancia total de mil 200 kilómetros, a un costo de dos mil 800 millones de dólares para unir al Océano Pacífico con las costas del Golfo de México. Expertos del gobierno de Estados Unidos analizaron el tema de la logística que representaría transportar la carga de un lado al otro con ese proyecto, y lo calificaron como poco viable.

Apenas hace unos días, el influyente diario londinense, Financial Times -en su edición norteamericana- publicó que el Corredor Interoceánico, proyecto de obra prioritario para el Gobierno de la 4t, de acuerdo con el presidente López, comenzará a operar el 22 de diciembre del 2023, pero “tiene de fondo algunas cuestiones que harán que sea un plan difícilmente redituable”.

En su publicación de primera plana el 18 de octubre pasado, señala que las vías férreas del Tren Interoceánico se distribuirán en 3 tramos: la llamada Línea Z, será la primera en funcionar para diciembre del 2023. El recorrido va de Salina Cruz a Coatzacoalcos y cruzará del Océano Pacífico al Golfo de México, por la parte más angosta del país.

Esto quiere decir que la línea consta con 214 kilómetros de vías férreas por donde se trasladarán personas y mercancía.

Los tramos del Tren Interoceánico cuando llegue a concluirse, son:

  • Tramo 1 o línea Z: Salina Cruz (Oaxaca)-Coatzacoalcos (Veracruz)
  • Tramo 2 o línea FA: Coatzacoalcos (Veracruz)-Palenque (Chiapas)
  • Tramo 3 o línea K: Ixtepec (Oaxaca)- Ciudad Hidalgo (Chiapas).

“Expertos consultados por el Financial Times señalan que la construcción de la infraestructura suficiente y la creación de las industrias subyacentes para atraer la logística global podría llevar años «si eso resulta posible en absoluto«.

A ello se sumaría el costo adicional, el tiempo y la inseguridad que supone la descarga de contenedores en un tren que tendría solo una fracción de la capacidad de un barco. La logística también se vería afectada porque al estar sólo listo el tramo a Coatzacoalcos, los productos tendrían que regresarse a un barco en ese punto del Golfo de México”.

La logística de puertos en nuestro país maneja un promedio en el tiempo de descarga de un barco de contenedores -que implica una serie de pasos- varía desde los dos hasta los 40 días, dependiendo del tamaño del barco y el tipo de carga. Un super carguero puede transportar por mar el equivalente de 20 o 30 ferrocarriles completos de hasta 40 o 50 contenedores c/u.

O sea, un solo barco en Salina Cruz Oaxaca, saturaría el camino hasta Coatzacoalcos, en su camino hacia el Atlántico.

Para colmo, por el Canal de Panamá, un barco se lleva entre 8 y diez horas en cruzar de un lado al otro los 80 kilómetros de su longitud. Por supuesto que de acuerdo con el tráfico en espera, los barcos pueden tardar entre 9 y once días en lograr el cruce. Aún con eso, los tiempos son mucho mejores que con el uso del Tren Interoceánico.

El sr. López dijo en una de sus mañaneras que la idea principal de este proyecto es lograr sustituir el paso de barcos por el Canal de Panamá. Eso es tener los otros datos perfectamente medidos y en su punto. Ajá.

Luego entonces ¿Cuál es el beneficio de esa obra tan importante y costosa para el gobierno actual?

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