Orlando Linares López

La mayoría de las personas vivimos inmersos en el estrés, un mal de nuestro tiempo que puede generar trastornos emocionales y enfermedades gastrointestinales o cardiovasculares, aunque, según especialistas, en condiciones moderadas fomenta la creatividad y genera satisfacción.

Desde el punto de vista científico, el estrés es una respuesta automática y natural del cuerpo ante situaciones desafiantes. Generalmente detonado por separaciones, pérdidas, cambios (entre ellos: de trabajo, casa o escuela, etc.), sucesos inesperada, hablar en público, el tráfico vehicular, viajes, exceso de actividades e incertidumbre.

También se dice que, el estrés representa un padecimiento originado a consecuencia de la sociedad y el estilo de vida que tenemos, donde las presiones cotidianas repercuten negativamente en las condiciones de salud, al grado de referirla -según expertos- como “la enfermedad de salud mental del siglo XXI, que conlleva a la depresión o el suicidio”.

A decir de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el estrés es un estado de preocupación o tensión mental generado por una situación difícil y por las afectaciones a la salud, también es considerada una epidemia en el mundo.

Todas las personas tenemos un cierto grado de estrés y la forma en cómo reaccionamos a ello, es lo que marca el nivel de afectación a nuestro bienestar.

Es indispensable aprender a lidiar con el estrés para sentirnos menos abrumados y mejorar el bienestar físico y mental. Sobre todo, tener presente la importancia de prevenir, ya que ante situaciones de excesivo estrés podrían requerirse atención médica.

Cada persona reacciona a su manera a las situaciones estresantes y por tanto los síntomas pueden variar, al igual que las estrategias que se aplican para hacerles frente.

Los expertos recomiendan tratar de reducir el estrés lo máximo posible mediante técnicas que permitan:

  • Admitir y reconocer que hay situaciones que no se pueden cambiar, aunque se quiera, y tratar de lidiar con ellas de la mejor forma posible.
  • Alejarse lo máximo de la fuente potencial del estrés.
  • Hacer ejercicio de forma regular para liberar tensiones.
  • Adoptar una postura más positiva ante los problemas y las situaciones complejas.
  • Aprender técnicas de relajación.
  • Poner límites si el estrés se origina por el exceso de tareas originadas en el trabajo o en el ámbito familiar.
  • Mantener una dieta saludable y equilibrada.

El ámbito laboral es uno de los más afectados por el estrés. De acuerdo a datos de la OMS, el estrés laboral -identificado como un grupo de reacciones emocionales, psicológicas, cognitivas y conductuales ante exigencias profesionales que sobrepasan los conocimientos y habilidades del trabajador para desempeñarse de forma óptima- con 75% de la población económicamente activa, México ocupa el primer lugar a nivel mundial en estrés laboral; seguido por China, con 73%, y Estados Unidos, con 59%.

Esta situación multiplica por dos el riesgo de mortalidad cardiovascular y derivado de ello, la tensión puede producir tres veces más el riesgo de morbilidad por hipertensión.

 Si bien es normal que algunas situaciones generen estrés, debemos fomentar hábitos y prácticas que permitan lidiar con esta reacción fisiológica de nuestro organismo ante situaciones difíciles.

Ayudar a contrarrestar sus afectaciones mucho depende de conocer y estar consciente de este padecimiento ya que nadie está exento de sufrirlo. Todo el mundo experimenta estrés y su impacto dependerá de la percepción individual y la prevención que implemente cada persona.

Facebook Comments

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: