Columna invitada: Historias del Metro: GENARO

0

HISTORIAS EN EL METRO: GENARO

Por Ricardo Burgos Orozco

 Este 2020 fue particularmente difícil por todo lo que hemos tenido que vivir, lo que nunca, en México y en el mundo. La pandemia definitivamente nos ha cambiado hasta nuestra forma de convivir, nos ha mantenido confinados durante varios meses y los que faltan, ha provocado miles de enfermos y miles de muertos.

En marzo pasado veíamos muy lejana la posibilidad de tener un familiar o un amigo enfermo de coronavirus y menos alguien muy cercano que falleciera. Hoy las cosas son diferentes. Hemos sabido de mucha gente allegada que está infectada o desafortunadamente ha muerto.

A Genaro Hernández lo conocí hace 45 años cuando él trabajaba en el periódico La Prensa. Yo estaba en la agencia de noticias Notimex. Los dos cubríamos los partidos de la Liga Mexicana de Beisbol, tanto del Parque del Seguro Social (ahora convertido en centro comercial) como del interior de la república desde aquí. A mi parecía más cómodo juntarme con él y desde La Prensa mandar las notas de los resultados.

Durante más de un año nos veíamos casi diario y de esa manera hicimos una sólida amistad. Me contó que él no estudió periodismo, era autodidacta. Empezó trabajando como elevadorista en La Prensa, pero su inquietud e inteligencia lo hicieron pedir una oportunidad en la redacción y poco después ya era reportero de deportes.

Cuando yo dejé de cubrir beisbol, ya no veía seguido a Genaro, aunque nos encontrábamos en ocasiones en algún evento o entrevista. Tiempo después empecé a trabajar en radio y no volví a ver a mi amigo.

Pasaron más de 40 años para que nuevamente nos encontráramos. En la noche de un día de abril recibí su llamada. Me invitaba a trabajar en TV Alianza, una televisora digital, para participar con un programa de una hora sobre mis Historias en el Metro. Me dijo que le gustaban mucho, que las leía cada ocho días en mi página.

Así fue como empezamos otra vez a trabajar juntos. Luego de tantos años, Genaro seguía igual de buena persona, amable, tranquilo, excelente amigo. Acordamos que mi programa se iba a transmitir todos los lunes a las 10 de la mañana. Era un esfuerzo importante para ir porque mi recorrido era de sur a norte cada ocho días; TV Alianza está en San Vicente Chicoalapan, Estado de México.

Desde el inicio, Genaro trató de hacerme sentir bien y a gusto; cada lunes pasaba por mi puntual a cualquiera de las estaciones La Paz o Los Reyes de la Línea A del Metro. Mi viaje era desde División del Norte, transbordaba en Balderas, luego a Pantitlán y de ahí a Los Reyes o La Paz. Hora y media de traslado.

Genaro siempre me recibía afuera del Metro con una botella de jugo de naranja y platicábamos de todo en el viaje de unos 15 minutos a TV Alianza en su coche. Ya en el estudio, me ofrecía agua o galletas y al terminar el programa me regresaba a la Paz o Los Reyes y yo hacia el mismo recorrido de regreso hasta División del Norte.

No se me olvida que en pleno primer programa, Genaro y Pedro Fernández – director del canal – llegaron con un pastel para darme la bienvenida y felicitarme por el doctorado honoris causa   recibido días anteriores por parte de una institución privada.

En octubre pasado tuve que dejar el programa por otros compromisos, pero la experiencia en TV Alianza fortaleció mi relación con Genaro. Todos esos meses juntos, desde junio a octubre, nos hizo conocernos más a fondo. También gané nuevos amigos con Pedro Fernández; su esposa Yolanda Terrés, siempre amable y sencilla; Alfredo Cocoletzi, un incansable y talentoso conductor; Marco Antonio Mata, eficiente productor, y Selene Hernández, novel, pero entusiasta productora, hija de Genaro.

La noche del viernes 27 de noviembre recibí la noticia y no podía creerlo: mi buen amigo Genaro Hernández había fallecido víctima de coronavirus. Lo internaron tres semanas antes en un hospital; Por la mañana de ese día que murió, se sentía muy animado y con muchas ganas de regresar al trabajo, le dijo por teléfono a Marco Antonio Mata.

Siempre guardaré en mi memoria con mucho cariño a esa gran persona, sencillo, trabajador, buen padre, buen esposo, mejor amigo y un magnífico periodista. Siempre lo recordaré esperando por mi afuera del Metro, ofreciéndome jugo y charlando de la vida.  Descansa en paz Genaro Hernández.

Feliz año 2021.

Facebook Comments

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: