Orlando Linares López

Como parte de los graves problemas de inseguridad, la extorsión con llamadas telefónicas o mensajes de texto es uno de los delitos de mayor ocurrencia en el país.

A diario miles de personas se convierten en víctimas de estos actos imparables donde los delincuentes tienen poco riesgo y mayor probabilidad de obtener beneficios.

De acuerdo a la Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM), en territorio mexiquense, el 92% de las extorsiones telefónicas a personas o negocios tienen un alto grado de violencia.

Durante el primer trimestre de este año, la dependencia registró 12 mil 839 números telefónicos utilizados para llamadas y actos de extorsión; además generó una lista con mil 106 nombres usados reiteradamente en dicho delito.

A decir de la SSEM, “la extorsión telefónica proviene de bandas que emplean este método para obtener beneficios económicos y eligen números de teléfono al azar”.

Esta modalidad delictiva que comenzó en comercios y empresas con notable potencial y dinamismo, hoy ha crecido tanto que golpea fuertemente la actividad económica desde una pequeña miscelánea, un taller o hasta grandes empresas.

Al respecto, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), con cifras oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) detalla que, entre enero y abril de este año, tres mil 400 negocios fueron extorsionadas en México, ello equivale a más de una víctima cada hora; 72% fue vía telefónica y el 28% fue cobro de piso, otra práctica común del crimen organizado. Ambas, urge a se atiendan, prevengan y evitar normalizarlas.

Esta triste realidad se multiplica y se suma al día a día de pequeños negocios, productores agropecuarios, campesinos o de familias con o sin recursos económicos a quienes, a nombre de varias organizaciones o carteles (Zetas, Cartel Jalisco Nueva Generación, Cartel Noreste, Guerreros Unidos, Familia Michoacana, entre otros), con amenazas y violencia, les piden cuotas o fuertes cantidades de dinero.

En los intentos de acabar con éste y otros delitos, toda estrategia, política pública, programa o esfuerzo ha sido insuficiente y, en muchos casos, los integrantes de cuerpos policiales son quienes cometen las extorsiones.

Queda entonces, desde la intimidad de cada hogar, que cada persona esté alerta, conozca y comparta los casos ocurridos a su alrededor para, al menos, tener mayores elementos de cómo actuar ante cualquier intento de extorsión.

Aunado a ello, autoridades y expertos en seguridad piden que las víctimas denuncien, eso ayuda a conocer nuevos modus operandi de los delincuentes quienes, por lo regular, escriben los mismos mensajes, replican el mismo discurso y palabras; con eso se facilita detectar y evitar una extorsión.

También recomiendan: identificar el número telefónico antes de contestar; no dar información personal o familiar; mantener la calma, escuchar lo que diga el extorsionador y evaluar si son argumentos lógicos o no; ganar tiempo para comunicarse con familiares que podrían ser afectados; anotar el número, sexo de la persona y todos los datos posibles; de ser posible, grabar la llamada; compartir la experiencia, hablar con familiares y amigos para alertarles del hecho.

Importante: si es una llamada amenazante, responder que es número equivocado y colgar; no enfrentar ni cuestionar a los delincuentes; no dar información personal a personas desconocidas; no depositar dinero antes de averiguar.

Tener presente que: el teléfono puede ser un medio que sirve a los delincuentes para ganar dinero fácil usando amenazas, engaños y sorprendiendo a víctimas; niños y adolescentes pueden caer fácilmente en estas formas de extorsión; procurar que el número telefónico sea confidencial y quitarlo de directorios telefónicos públicos, sitio de internet y otros.

Hoy la extorsión, en todas sus modalidades, afecta la tranquilidad y la economía de las personas, denunciarla ser una herramienta que puede ayudar a que haya menos víctimas de este ilícito.

Denunciar de forma anónima y confidencial es posible en el número de emergencia 089; ahí se reciben denuncias sobre secuestro, venta de drogas, trata de personas, extorsión, robo de combustible y tráfico de armas, entre otros, que ameriten investigación.

También está disponible el 088, que es el número de atención ciudadana de la Guardia Nacional, enfocado más recibir reportes, canalizar y dar seguimiento a denuncias, así como a incidentes ocurridos en carreteras y zonas de peaje en el país.

No olvidemos el 911, donde se homologan todos los números de atención de emergencias a nivel federal, estatal y municipal.

Otra opción son las aplicaciones que identifican y bloquean, de forma automática, llamadas que provienen de números reportados como posibles extorsionadores. Todo ello ayudaría a disminuir riesgos al respecto.

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