Por Mañoño

VELORIO V

Parecía fiesta.

Llegaron los gorrones, que iban a su casa, aunque

hoy tiene otra morada el anfitrión


VELORIO VI

– ¡Qué bueno era!

– ¿Lástima que se murió!

– Oye, ¿y dejó herencia?

Tomados del libro Espuma sin mar, nanorrelatos y otras sandeces,
de Manuel Garay.

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