CLASE MEDIA, ESPECIE EN EXTINCIÓN

Ricardo Burgos Orozco

Me encontré hace varios días a un amigo que tenía un buen trabajo, sueldo muy aceptable, departamento propio, automóvil y prestaciones, pero en los últimos meses la vida le ha cambiado porque su empresa tuvo que cerrar, se acabó los ahorros que tenía y ahora es conductor de Uber.

Por supuesto, sus ingresos apenas alcanzan para los gastos familiares.
En los años recientes, la clase media ha sido duramente golpeada, aunque considero que representa el equilibrio fundamental para la estabilidad de cualquier país ya que genera consumo y liquidez para darle dinamismo a la economía. Es decir, es el sector de la población que más gasta y con ello le da movimiento al mercado.

Hay algunas hipótesis que indican que la clase media cada vez es más pequeña por el empobrecimiento de muchos estratos que antes se consideraban medios y otras versiones más explican que han venido creciendo por los indicadores de nivel de vida como la posesión de cierto tipo de bienes materiales o servicios.

Viri Ríos, en un artículo de julio pasado en el New York Times, afirma que los mexicanos deben dejar de engañarse a sí mismos sobre su nivel de vida. Señala que en la realidad el 84 por ciento de la población en México no tiene seguridad laboral o un sueldo que les permita satisfacer sus necesidades; sin embargo, el 61 por ciento asegura ser de clase media.

Lo peor es que el nivel de vida de los mexicanos ha decrecido. El 70 por ciento de las personas que nacieron entre 1946 y 1964 se consideran de clase media, pero de los llamados milenians apenas la mitad tiene estabilidad económica.

Para ser de clase media una persona necesita ganar un promedio de 64 mil pesos mensuales para satisfacer a una familia de cuatro integrantes, un nivel salarial que sólo gana el 10 por ciento de la población. No basta dejar de ser pobre para ser de clase media. De hecho, hay 37 millones de personas que técnicamente no son pobres, pero tienen carencias básicas como el acceso a la salud, seguridad social y educación.

El Índice de Desarrollo Social de Evalúa de la Ciudad de México señala que para ser clase media se necesita tener ingresos suficientes para cubrir las necesidades de educación, salud, servicios sanitarios, drenaje, teléfono, seguridad social, electricidad, combustible, bienes durables básicos y no trabajar más de 48 horas a la semana. Insiste que el sueldo debe ser de 64 mil pesos mensuales.

En el aspecto internacional, los especialistas pronostican que en los próximos años va a aumentar el número de personas de clase media cuya principal fuente de ingresos sea una pensión, pero ese beneficio debe ser suficiente para que tengan estabilidad económica.
Para la experta Viri Ríos, el gobierno mexicano no debe enfocarse en atender solamente a los pobres, sino que debe convertirse en mediador de una profunda y urgente extensión de la clase media. La creación de una clase media sólida y amplia debe ser la última meta de la administración de Andrés Manuel López Obrador, considera la analista.

Sin embargo, la realidad es que difícilmente habrá un golpe de timón en la actual administración para alentar e incentivar a la clase media. Seguro continuarán las estrategias tal como ahora, lo cual seguirá significando un doble o triple esfuerzo para millones de mexicanos que se esfuerzan con su trabajo para continuar arañando un buen nivel de vida.